Desde el frente de la dignidad: Una experiencia desde el Frayba
Daniel Varela Leyva
La Asamblea General de la ONU aprobó el 13 de septiembre de 2007, la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas, un instrumento internacional cuyas negociaciones tomaron dos décadas y que protegerá a más de 370 millones de personas pertenecientes a esas comunidades en todo el mundo.
La Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, proclama como ideal común que debe perseguirse en un espíritu de solidaridad y respeto mutuo como lo estipula en el Artículo 1: Los indígenas tienen derecho, como pueblos o como personas, al disfrute pleno de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales reconocidos por la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y la normativa internacional de los derechos humanos.
Artículo 2
Los pueblos y las personas indígenas son libres e iguales a todos los demás pueblos y personas y tienen derecho a no ser objeto de ninguna discriminación en el ejercicio de sus derechos que esté fundada, en particular, en su origen o identidad indígena.
Artículo 25
Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y fortalecer su propia relación espiritual con las tierras, territorios, aguas, mares costeros y otros recursos que tradicionalmente han poseído u ocupado y utilizado de otra forma y a asumir las responsabilidades que a ese respecto les incumben para con las generaciones venideras.
En ese sentido, Daniel Varela egresado de la licenciatura en Diseño Gráfico que realizó su servicio social en una comunidad indígena de Chiapas, quien nos comparte el siguiente relato.
Realicé mi servicio social en el Frayba en Chiapas junto con otros tres compañeros. Mi inquietud surgió a raíz de los comentarios de unas amigas que habían prestado su servicio social en ese lugar, las cuales calificaban su viaje como algo que te “abría los ojos”, que te cambiaba la vida, así como una oportunidad de conocer la forma de vida de comunidades marginadas indígenas y los paisajes, lugares, costumbres y tradiciones de uno de los estados mas bellos y pobres del país.
Mi amigo Beto y yo escogimos la zapatista, una comunidad llamada Nuevo San Pedro en la sierra de Chiapas el cual era un asentamiento de indegenas tzeltales y tzotziles desplazados por los conflictos políticos y sociales, los cuales, se traducen en roces hostiles con el ejército mexicano y paramilitares subsidiados por el gobierno.
Los observadores internacionales se encargan de dar testimonio acerca de la integridad de los derechos humanos de la comunidad a la que fueron asignados sin poder intervenir en sus actividades o problemas, sin embargo son de suma importancia estas actividades ya que dan a conocer a la sociedad, no solo mexicana sino mundial, los problemas tan reales que existen en estas regiones México, con alta credibilidad ya que muchas veces es negado y/o ignorado este tipo de condiciones.La información recabada se le entregaba a la organización encargada de velar por esta, comunidades.
En sí, nuestro desempeño como observadores, me pareció muy interesante así como e importante, para bien o para mal la mayoría de los observadores internacionales en el conflicto en Chiapas son extranjeros, norteamericanos y europeos principalmente. Hay mucho interés por parte de ciudadanos de otras naciones en la protección de estos pueblos y su cultura, varios han realizado esta labor más de una vez.
Es una tarea difícil y muy bonita, uno llega a conocer muchas cosas interesantes pero a fin de cuentas uno se encuentra recopilando información sobre un conflicto, sin poder intervenir en él mas que siendo testigo, nuestra labor es un pequeño granito de arena, un “cachito” del gran trabajo que honorablemente realizan las organizaciones que velan por los pueblos marginados.
Mi servicio social me dejó como una grata experiencia engrandecedora para todo aquel que la realice, abres tu visión del mundo que te rodea y te enfrenta a realidades tan ajenas y tan propias al mismo tiempo ya que hablamos de situaciones dentro de tu mismo país con gente que a pesar de ser tan diferente a uno, comparte profundamente muchas cosas. Ir una vez es de gran ayuda pero no es suficiente, estoy consiente del gran problema al que se enfrentan en aquellas regiones muy olvidadas y los pocos recursos con los que se cuenta para hacerle frente.
Espero que otros compañeros se animen a realizar un servicio social con compromiso y respeto a las comunidades donde dirigimos nuestras labores como prestadores, porque es fundamental respetar la forma de vida de los demás, reconocer y admirar la valentía de las personas y ser concientes de las problemáticas y no juzgar fácilmente ideologías y/o acciones que estas realizan y que pueden ser distintas ante nuestros ojos.
Acciones desde nuestra casa de estudios: “Ibero Sustentable”
Freslinda Vera Zazueta
Freslinda, egresada de la carrera de Arquitectura realizó su servicio social en el proyecto "Ibero sustentable" como nos comparte a continuación:
En la realización de mi servicio social me interesaba vincularme a un proyecto donde pudiera poner en práctica los conocimientos adquiridos en mi carrera, pero que a la vez, le retribuyera en algo a la UIA, pues consideraba la necesidad de crear una consciencia de compromiso, identidad y cariño hacia la institución para contrarrestar la apatía estudiantil.
Al cursar la materia Desarrollo Sustentable y Profesión, impartida por la Profesora Magda Sánchez, nos propuso el proyecto “Ibero Sustentable” el cual consideré como una oportunidad que generaría un cambio al interior y exterior de la UIA.
El objetivo principal, giraba en torno a la necesidad de promover una consciencia del cambio climático que está generando una infinidad de problemas a nivel mundial, y al menos que se modifique nuestra forma de actuar y relacionarnos con nuestro entorno, quizá los cambios sean irreversibles.
El objetivo más específico se enfocaba a generar ideas para la promoción de Ibero Sustentable, por lo cual cada quien debía apoyar una actividad específica, además de los requerimientos generales del proyecto ( recopilación de material reciclable, apoyo en los eventos de la campaña, promoción de la campaña, integración de estudiantes a la campaña).
En base dicho objetivo surgió RECICLarte, bajo la idea de conjugar las actividades de la campaña con el diseño, además de la creación de proyectos que revivan las ganas de los alumnos por querer hacer actividades nuevas y distintas.
RECICLarte consistió básicamente una exposición de arte y mobiliario utilizando materiales reciclables, cuya principal fundamentación era cambiar las perspectivas de las personas acerca de los materiales reciclables, que no son un desecho sino materia prima potencial.
En el caso específico de REClCLarte, generar obras únicas en base a materiales reciclables, estéticos y funcionales. Lograr una exposición al nivel de la universidad, innovadora e interesante.
Las actividades de RECICLarte
Durante el transcurso de la campaña se realizaron diversas actividades la exhibición del documental “An inconvenient truth”, para lo cual se realizó promoción e invitaciones para los estudiantes de la universidad.
Se realizó la REClCLarte, exposición de la que fui organizadora y expositora. Algunas actividades más de REClCLarte llevó fueron promoción, diseño de imagen, diseño de flyers y lonas, decoración, realización de convocatorias dirigidas a estudiantes y artistas de la ciudad de Tijuana.
Realice trabajos de vinculación y promoción de actividades con otras instituciones de educación superior que se les invito a participar.
Los resultados
La campaña de Ibero Sustentable fue un éxito; se logró generar un acopio impresionante de material, además de que muchas personas que se incorporaron a la campaña y sus actividades de reciclaje siguieron con el acopio de material. Por otro lado se lograron algunos cambios en cuanto al sistema de la universidad, se instalaron una serie de contenedores para poder realizar la separación de materiales.
También se cambió la mentalidad de las personas en cuanto al calentamiento global, el cual es un problema latente, y a muchas otras se les informó debidamente de lo que sucede, por qué y sus consecuencias. La campaña se ha continuado y se logró aunar otros materiales al acopio, como el cartón y papel.
Las actividades tuvieron éxito y lograron generar por un lado expectativa de la capacidad del alumnado y por otro la inquietud de realizar más actividades similares.
Por su parte, la exposición REClCLarte, logró la presencia de un número considerable de asistentes. Las críticas de la exposición fueron muy positivas. El apoyo de la comunidad de la UIA fue sobresaliente para realizar las actividades de promoción, y participación.
RECICLarte dejó abierta las posibilidades e inquietud a otros estudiantes a realizar actividades similares en la UIA que fortalecen la identidad de nuestra comunidad y abren más el vinculo de nuestra institución hacia el exterior.
La campaña en general logró promover una cultura de acopio, lo cual es sumamente difícil en una sociedad que jamás ha sido educada para hacerlo, sin embargo, durante la campaña dimos fuertes y grandes pasos de avance.
Otra dificultad que enfrentamos fue convencer a algunas de apoyar con los permisos, de colocación de contenedores y para el uso de las instalaciones en las que se realizaron los eventos, sin embargo, es fascinante ver lo que puede lograr una comunidad universitaria organizada.
Creo que parte de la experiencia fue el trabajo en equipo que cambio mi forma de ver a los estudiantes y aquello que pueden lograr, el ambiente y las personas que integran mi universidad, me devolvió la fe y la esperanza en que los proyectos son realizables y las ideas pueden llegar a ser reales.
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