5 de septiembre de 2009

EDITORIALA




Huellas es un proyecto realizado por la comunidad universitaria y con aquellos grupos e instituciones que se han unido a este esfuerzo, con el propósito de difundir los temas que van conformando a nuestra sociedad.Huellas, intenta dar voz a los que no la tienen, para que las y los jóvenes sean promotores y defensores de los derechos inherentes a la persona, y así, con creatividad, libertad y conocimiento puedan construir una sociedad más humana y justa.

Este trabajo, es esfuerzo colectivo de estudiantes que apoyados por la universidad, intentan dejar una huella orientada a difundir los análisis, conferencias, testimonios y creación literaria de otras personas que se encuentran involucrados en los temas de Derechos Humanos, y surgen de las acvtividades del Centro de Servicio y Formación Social.





DIRECTORIO

Huellas... Un Espacio de voz a tus derechosUniversidad Iberoamericana Tijuana

Rector
Mtro. Sebastian Serra Martínez

Directora General de Servicios Educativos
Lic. Rosa Alicia Esténs

Centro de Formación Social
Lic. Cristina Franco Abundis

Programa Universitario de Derechos Humanos
Mtra. Sara Amelia Espinosa Islas



Revista huellas, un espacio de voz a tus derechos



Publicación en blog mensual editada por la Universidad Iberoamericana Tijuana
Avenida Centro Universitario # 2501, Playas de Tijuana.Apartado postal 185, Código postal 22200, Tijuana Baja California
Teléfonos:630-15-77 ext. 324324
saislas@tij.uia.mx
huellasuia@gmail.com
















LA DIGNIDAD DE LOS Y LAS DISCAPACITADAS




Cuando se habla de personas con discapacidad se torna un ambiente de estigma, prejuicios, morbo, miedos y concepciones erróneas que no son más que una muestra de ignorancia e incapacidad cultural de una sociedad que tiende a normativizar partiendo de la idea de que todos debemos de ajustarnos a un modelo donde lo no igual es por escenia excluido, sin razonar que todas y todos somos diferentes y vulnerables.



Si soy niño/a tengo derecho a someterme a mis padres, profesores e instituciones que deciden qué es lo mejor para mí; si soy joven la sociedad ignora mis pensamientos, necesidades e incluso estigmatizan mi apariencia si niego a parecerme al estandar (aunque en teoría existen mis derechos); si soy anciana/o no tengo derecho a un trabajo que me permita vivir dignamente mi vejez ni a transitar libremente por las calles porque si camino o manejo despacio la gente se molesta, se desespera e incluso me avienta e insulta como si fuera un estorbo a su ritmo de vida; si soy pobre, indígena o indigente carezco de los derechos y valor que tiene cualquier “ciudadano”.



¿Y qué pasa si a esto sumo que soy discapacitada/o?




Por mi discapacidad la gente me piensa un ser susceptible, mal humor o triste ante la vida; seguramente me ven como un ser depresivo y que si me ven feliz es sólo algo momentáneo porque ¿quién podría ser feliz siendo distinto y excluido?



En el mejor de los casos, la gente me ve como alguien que se esfuerza mucho por ocupar un lugar y borrar mis discapacidad, nunca falta quien diga “a pesar de ser discapacitada/o es muy inteligente”; “son personas muy admirables, hasta son medallistas olímpicos mejor que los atletas normales”…




¿Así nos ven?... ¿Qué le pasa a mi identidad?




El que la gente nos viva solo como discapacitados/as es lo que verdaderamente nos invalida como si no fueramos personas que nos relacionamos libremente con el mundo… ¿dónde queda nuestra dignidad?... Padecer una discapacidad, no hace ni mejor ni peor a nadie.




Como toda persona, tengo mis propias capacidades para salir adelante, pero a veces quedan invisibles ante la dureza e indiferencia social y cultural que me discrimina, me niega, me observa con morbo e incluso lastima.




¿Cuántas veces me has negado o me has obstaculizado mis derechos?; ¿Cuántas veces te has negado a contratarme en un empleo?; ¿Cuántas veces te estacionas en un espacio azul sin importarte que mi acceso a la universidad, plaza comercial, cine, hospital, calle se me dificulte?; ¿Cuántas veces volteas a verme cuando paso por la calle o dejas que los tuyos me señalen y me vean asombrados?.... ¿cuándo te acuerdas que existo?




Las personas con discapacidad vivimos día a día múltiples barreras: arquitectónicas, mentales, sociales y culturales… El día que realmente sepamos respetar la dignidad de todos los seres humanos habremos dado el paso más importante y ahora sí llamarnos verdaderas personas.











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